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Wednesday 9 November 2022

Intoxicación por alcohol

INTRODUCCIÓN

El alcohol etílico es el tóxico más antiguo y universal que se conoce. Es la droga más consumida en todos los tramos de edad y en los dos sexos. Además de las bebidas también se puede encontrar en perfumes o productos sanitarios. 


La intoxicación etílica aguda es el conjunto de alteraciones del comportamiento y de disfunciones del organismo que se presentan como consecuencia del consumo de una cantidad excesiva de alcohol etílico. 


CUADRO CLÍNICO

Los efectos del consumo excesivo de alcohol tienen una grandísima variabilidad individual (la etanolemia no se relaciona con la clínica).


Dosis bajas

Cambios del estado de ánimo, Sociabilidad y locuacidad, Disminución de capacidad de atención y de la coordinación motora

Dosis medias

Desinhibición de conducta (frecuente agresividad), Incoordinación motora, Torpeza de lenguaje, Vómitos

Dosis altas

Malestar, Ataxia, Bradipsiquia, Obnubilación, Estupor, Discurso incoherente, Agresividad

Dosis muy altas

Coma, Alteraciones cardiorrespiratorias, Hipotermia, Riesgo de muerte



DIAGNÓSTICO

Su diagnóstico no es difícil, debemos prestar atención a la presencia de síntomas compatibles junto con un antecedente de consumo de alcohol y la ausencia de otras causas que justifiquen el cuadro. Recordar que se debe pensar en los posibles efectos de otras drogas o tóxicos que muy frecuentemente la acompañan.


En todos los casos se debe hacer una valoración completa, que incluirá la toma de constantes vitales, la determinación de la glicemia, la realización de ECG y una exploración neurológica que descarte la presencia de focalidades. 


Efectos de la intoxicación etílica aguda

Neurológicos

Ataxia, Disartria, Incoordinación motora, Bradipsiquia, Disminución de la conciencia, Crisis comiciales, Coma, Parada respiratoria

Psiquiátricos

Labilidad emocional, Agitación psicomotriz, Alteración conductual

Digestivos

Náuseas, Vómitos, Gastritis, Hepatitis, Pancreatitis

Respiratorios

Broncoaspiración

Cardiovasculares

Vasodilatación periférica, Arritmias

Metabólicas

Acidosis metabólica (anión GAP elevado), Hipoglicemia, Hipotermia

Nefrológicos

Diuresis osmótica


SITUACIONES CLÍNICAS

  1. Embriaguez ocasional en paciente sano (Consumo lúdico o social, intento suicida o accidentes domésticos): Situación más frecuente en Urgencias, la gravedad de la sintomatología crece según la dosis ingerida

  2. Embriaguez patológica (susceptibilidad individual): Predomina un cuadro importante de agitación psicomotriz con ideas delirantes y/o alucinaciones (generalmente auditivas).  

  3. Embriaguez puntual en enólico crónico: Se asocia a la aparición de patología multiorgánica acompañado de malnutrición, déficits vitamínicos y trastornos metabólicos.

    Los síntomas neurológicos o psiquiátricos de la intoxicación etílica aguda de estos pacientes pueden ser leves incluso con ingestas altas, pero pueden presentar sintomatología grave a nivel cardiovascular (arritmias) o a nivel digestivo (pancreatitis, hepatitis). También, se asocia a mayor riesgo de sufrir traumatismo y eventos hemorrágicos intracraneales (realizar TC craneal si presentan bajo nivel de conciencia o focalidad neurológica).

    Si el paciente consumidor crónico de alcohol se queda ingresado en el hospital, hay que iniciar el tratamiento preventivo del síndrome de deprivación alcohólica (distraneurine 1-2 comprimidos/8 horas) y de la aparición de encefalopatía de Wernicke (500 mg de tiamina IV infundidos durante 30 minutos tres veces al día durante dos días consecutivos y 250 mg IV o IM una vez al día durante cinco días adicionales, en combinación con otras vitaminas B. La administración de glucosa sin tiamina puede precipitar o empeorar la patología). El síndrome de abstinencia empieza a las 6 horas de la supresión del consumo (ansiedad, inquietud, insomnio, irritabilidad, temblor, náuseas, vómitos); en las primeras 48 horas pueden aparecer crisis comiciales y entre 48-96 horas un cuadro de delirio (“Delirium tremens”) consistente en fiebre, sudoración, confusión, alucinaciones visuales, taquicardia, hipertensión arterial y arritmias. Tiene una mortalidad del 15%.


EFECTO ANTABÚS

El tratamiento de deshabituación con fármacos (cianamida -Colme ®- o disulfiram -Antabús ®-) y su interacción con el alcohol pueden provocar un cuadro clínico de eventos adversos por acúmulo de acetaldehído. Un cuadro similar puede aparecer al interaccionar el etanol con otros fármacos como metronidazol, cefalosporinas o sulfonilureas. 


Los síntomas comienzan entre 5-60 minutos post-ingesta de etanol (7 ml) y pueden manifestarse desde forma leve y progresiva (malestar general, ansiedad, rash cutáneo, temblores, cefalea) hasta un cuadro grave con obnubilación/confusión, disnea, náuseas, vómitos e incluso shock distributivo, crisis comiciales, arritmias e isquemia miocárdica. 


El cuadro leve puede durar entre 2-4 horas con tratamiento sintomático, mientras que en los casos más graves (etanolemia ≥ 0.2g/L) se debe utilizar un tratamiento específico (fomepizol) que evita la formación de acetaldehído. 


La dosis inicial del fomepizol es de 15 mg/kg en suero fisiológico pasadas en 15 minutos,  es eficaz durante 12 horas. Si pasado este tiempo persiste la indicación se puede administrar una segunda dosis de 10 mg/kg.


Los pacientes permanecerán en observación hasta 6 horas asintomáticos. 


OTRAS SITUACIONES CON ALCOHOL PRESENTE

El consumo de etanol puede enmascarar algunas situaciones clínicas:

  1. Hipotermia: Situación de riesgo favorecida por un cuadro de disminución de conciencia asociado a vasodilatación y a la exposición prolongada a una temperatura ambiente baja.

  2. Hipoglicemia: El metabolismo de etanol disminuye la gluconeogénesis, aumentando el riesgo de presentar una hipoglucemia. Es obligatorio descartarla ante cualquier sospecha de intoxicación etílica que se acompaña de alteraciones conductuales o disminución de nivel de conciencia

  3. Broncoaspiración: Favorecida por la coincidencia de vómitos y bajo nivel de consciencia. Pensar en ello ante cuadros de disnea o fiebre.

  4. Traumatismo: La ataxia y la incoordinación motora provocada por la intoxicación etílica pueden provocar accidentes. 


TRATAMIENTO

IMPORTANTE: Cuando el paciente no precise ningún tratamiento específico y sólo observación hasta la mejoría de los síntomas, deberá quedar en posición lateral de seguridad.


La intoxicación etílica aguda no tiene un tratamiento específico (NO TIENE ANTÍDOTO). Ni la vitamina B1 (Tiamina) ni la vitamina B6 (piridoxina) revierten ni neutralizan los efectos del alcohol, y su utilización en la intoxicación etílica aguda no tiene sentido, salvo en el caso de los alcohólicos crónicos para prevenir la encefalopatía de Wernicke. En resumen, el tratamiento de la intoxicación etílica es con manejo sintomático. 


Síntoma

Tratamiento

Agitación psicomotriz

Neurolépticos (haloperidol), Bendiacepinas (Midazolam), Contención mecánica

Crisis de ansiedad

Benzodiacepinas (Diazepam), Ambiente relajado

Convulsiones

Benzodiacepinas (Clonazepam)

Fibrilación auricular

Benzodiacepinas, Antagonistas de Calcio

Hipotensión Arterial

Sueroterapia, Noradrenalina

Efecto Antabus

Fomepizol

Hiperemesis

Metoclopramida

Hipoglicemia

Suero glucosado 10%

Tabla 2: Tratamiento sintomático de la intoxicación etílica


Las maniobras de descontaminación (carbón activado, vaciamiento gástrico) no están indicadas, ya que en el momento de la asistencia el alcohol ya se ha absorbido y los vómitos suelen ser un síntoma habitual. Tampoco debe realizarse una diálisis ni diuresis forzada.


En estos casos de intoxicación es muy importante considerar el papel de otros posibles tóxicos como la cocaína, el cannabis, las anfetaminas, el GHB o la ketamina. Todos ellos pueden enmascarar o modificar los síntomas secundarios al consumo de alcohol.


DESTINO DEL PACIENTE AL ALTA

¿El paciente presenta sintomatología?

  1. Asintomático: Alta a domicilio

  2. Sintomático: Nunca debe irse solo  (aunque no haya riesgo de complicaciones médicas), ya que si existe un accidente inmediato al alta se puede incurrir en responsabilidades jurídicas


La etanolemia no es obligatoria para la asistencia del paciente intoxicado, pero su determinación es recomendable cuando hay dudas en el origen de la clínica del paciente (accidentes, traumatismos, agresión física, etc). 


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